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viernes, 26 de enero de 2007

Reseña de mi vida en las Artes Marciales PARTE 1

Comienzo CIEDI
Empieza en el colegio CIEDI (Centro de Educación Individualizada) donde vinieron de la academia Chon Ji, así empezamos a entrenar en el comedor ¡claro! Era grande y si corríamos las mesas quedaba perfecto, como en toda clase había unos que se creían Chuk Norris como David Palacios hijo de la directora del colegio y Juan Pablo Ruiz un bobo con frenillo, bueno el caso es que a ellos les gustaba juzgar mi estilo pero casi nunca lograban aminorarme. Recibíamos clases en diferentes lugares del colegio como los prados donde dábamos muchos botes, o en la cancha de Basket en donde hacíamos flexiones de pecho con los nudillos, después del entrenamiento tomábamos una furgoneta roja (la primera que compro el colegio) y nos íbamos desde Cota (colegio) hasta Niza (antiguo colegio) donde me recogían mi mamá y hermano mayor.

Después de un tiempo me sacaron de clases en el colegio y me toco empezar en la sede principal de la academia Chon Ji la cual quedaba ubicada por la 127, era agradable porque me quedaba más cerca.

EL MAESTRO JORGE

Bueno voy a hablar sobre mis maestros el primero era Jorge, no me acuerdo del apellido tenia una esposa llamada Yisel profesora de ingles del colegio, ellos dos eran muy buenos maridos, Yisel mientras que yo estuve en la academia ascendió a cinturón negro bajo la atenta tutela y entrenamiento de Jorge. La academia era buena, cuando llegaba tenia que hacer la reverencia para entrar al campo de entrenamiento, Jorge era muy detallista en los movimientos, me dejaba en una clase de dos horas haciendo patada frente hasta llego un día que por tanta fregadera me hizo llorar, por que eso si para ser montador era el preciso. Eran vacaciones y nos dirigíamos a clase de 7 a 8 con mi primo Cesar Alberto en algunas ocasiones nos acompañaba Clarita una empleada del servicio gordita cachetiroja pecosa muy buena gente pero a mi primo y a mi nos disgustaba así que decidimos que de vez en cuando nos dejaran ir y venir solos sin molestarnos, era tal nuestro afán por llegar temprano a clase que nos veníamos con el cinturón puesto en la buseta y alguna vez que nos toco atravesar un caño cercano a la academia para llegar temprano sin saberlo el profesor jorge nos tendió una emboscada y nos pego el susto de nuestras vidas, ojala hubiera estado Clarita para defendernos.

El final del TAEKWONDO

La academia estaba decorada con unos cuadros muy bonitos de Sho Kosugi, también contaba con colchonetas, caballetes, guantes, protectores y bolsas para golpear, después de clases nos íbamos con mi primo a tomar una gaseosa a un delikatessen cercano donde ya nos conocían y mientras nos tomábamos la gaseosa les hablábamos a sus dueños sobre los cinturones y de todo lo que aprendíamos. Jorge también dictaba clases en una academia ubicada en el Chico en ese lugar presente mi examen para punta amarilla en el que me fue muy bien y consistía en realizar catas, romper tablas y combate en el examen me fue muy bien después me dio hepatitis y me aleje bastante de la academia trate de volver pero no dio resultado.